No era tarde de Novillada en Las Ventas...
Tampoco era un Festival de Veteranos...
Y más cómodo o menos...
Se avecinaba un espectáculo que caldearías al más templado...
Había que estar presentable, aseado y en perfectas condiciones de revista...
Era un día digno de fotografía...
Un torero que recupera su puesto en el escalafón...
Un público deseoso de dar premios y ver un espectáculo grandioso...
Unas cuadrillas totalmente preparadas...
La Primera plaza del mundo llena...
Para una tarde de toros que dio mucho, pero que mucho de si.