martes, 16 de julio de 2013

No hay mal que cien años dure



   Querida Laia:

   Te queda mucha vida por delante y por lo tanto, te queda mucho que aprender y parte de nuestro aprendizaje lo conforman las frases hechas, los refranes, además desconozco si el español es el más sabio pero al menos debe ir en cabeza. Una de esas frases que se pronuncia mucho y que a veces llega a parecer un tópico es la de: "en los momentos difíciles es en los que se ve quien está ahí y quien no".

   Por asuntos laborales que no vienen al caso, hace unos días tuve que ocupar un lugar que ni me corresponde ni me agrada. Nunca se debe juzgar nada si no se ha probado antes, nunca puedes calificar a un vecino de chulo y déspota sin haberle dado al menos la oportunidad de conversar, aunque vista constantemente zapatos castellanos, corbata de cien euros y camine como si hubiese tomado de almuerzo el palo de una fregona. No se debe rechazar probar una comida típica de ese país que visitas una vez en la vida por estar estancado en el jamón y la tortilla de patatas de mamá. Tampoco es por tanto de recibo decir que un trabajo es una castaña o que las personas que lo conforman se tocan la nariz durante su horario si no has cubierto al menos un turno de ese cometido.

   De todo, querida hija, de todo, debe uno exprimir la situación como un limón y sacar una gotita de algo positivo. Yo lo he hecho y no sólo he sacado una gota, es más, podría decirte que he llegado a juntar unas pocas de gotas que me servirían para pegar un trago de humildad y de serenidad, pegaré un sorbo imaginario que me hará conservar un poso para cuando utilice las transmisiones trabajando, tener bien presente quien se encuentra al otro lado, su situación y la cantidad de cometidos que puede estar realizando a la vez que me atiende a mi.

   Gracias a Dios y a la misma persona que decidió que tenía que desarrollar ese trabajo durante unos días, mañana regreso a mi vida cotidiana, vuelvo a tener mis horarios, a disponer del mismo tiempo que casi siempre he tenido para atenderte, para jugar contigo, bañarte o darte el último biberón del día mientras acaricio tu manita, pero antes de irme a la cama, he pensado que no está de más desahogarme un instante por escrito, como mejor se me da.

   Alguien puede preguntarse qué tiene que ver el tema que vengo desarrollando con la fotografía que encabeza mi post, es muy sencillo; una de las materias que más a gusto estudié en aquellas tierras de olivos centenarios durante mi preparación como Guardia Civil, fue la Ley de Caza, entre otras cosas por mi afición al mencionado deporte. Bien, pues existe una modalidad que se denomina la retranca, que no es otra cosa que ocupar un puesto (generalmente hablando de caza mayor como la del ciervo o el jabalí entre otras especies) ubicado en uno de los dos extremos de la linea de fuego, que sólo autoriza al cazador a disparar sobre aquellos animales que pudiesen hacer su aparición heridos, procedentes de puestos de la linea de tiro titular.

   Yo nunca he cazado de esta forma, ya que me parece una desventaja absoluta para con el animal, aunque hay que reconocer, que es mucho peor permitir que animales "pinchados" o heridos de muerte escapen al monte donde encontrarían una muerte lenta, dolorosa e inevitable.

   Ahora entro en materia Laia, atenta: para todos aquellos "cazadores de retranca" que han podido disfrutar de verme desanimado estos días, para todos aquellos que se mueren de envidia de contemplar a un profesional que hace su trabajo a diario con plena dedicación y vocación, para todos aquellos que pensaban que era el principio de fin, en definitiva, para todos aquellos que os gusta esconderos como ratas y disfrutar de vuestra supuesta superioridad a escondidas como auténticos cobardes, para todos vosotros, hago pública mi satisfacción, mi alegría y mi regocijo, de hecho, mañana comenzaré si cabe con más ganas y más cojones que nunca. Y si alguno de vosotros quiere desayunar gratis, mañana invito yo.

   Querida hija, no lo olvides, no hay mal que cien años dure. Te quiero mucho pequeña, que sueñes con lo que más desees. Buenas noches a tod@s.

jueves, 11 de julio de 2013

Polillón enhorabuena



   Querido y admirado padre:

   Sabes igual que yo que el abuelo Paco no es (hablo en presente y no en pretérito) de mucho madrugar, pero cuando haya despertado hoy, después de haber dormido plácidamente sobre esa nube que tan a pulso se ganó, se habrá tomado su café caliente, quemando, sin casi poder sostener el vaso con sus dedos largos para no quemarse. Como si lo viera, habrá mareado el café con la cucharilla y a la vez que soplaba para intentar hacerlo potable, habrá buscado en el Boletín Oficial de Defensa la relación de ascensos.

   ¿Puedes imaginar la sonrisa que habrá lucido al ver tu nombre?, aunque seguro que también le habrá molestado sobremanera el que no podrá hacerse realidad ese abrazo tan deseado...

   Para mí ha sido un día ovalado, no ha terminado de dibujar un círculo perfecto, por varios motivos, laborales sobre todo, pero ya llevo varias jornadas aquejándome de aquella herida semicerrada, que se produjo una lluviosa y oscura tarde.

   Soy consciente de lo grandioso que significa tu ascenso, a tu edad, con tus posibilidades, con tu curriculum, con lo digno que ha sido tu trayecto, intachable en lo más amplio de la palabra, pero si para mi ha sido ovalado el día, para ti ha debido ser una elipse. Si mi corazón siente ese dolor por la pérdida de mi abuelo y por otro lado, toda la gente afirma que tú y yo somos iguales, puedo hacerme a la idea de lo que estarás extrañando hoy ese abrazo de tu padre, porque yo soy agraciado y te tengo, soy consciente de lo que te quiero, soy consciente de saber lo que siento por ti, se lo mucho que me llena y me recarga un abrazo tuyo.

   Cuánto habrá recordado hoy el abuelo aquel día de verano a finales de los años setenta en los que acompañaron a un polilla de cuarenta y pico kilos de peso a un pueblo desconocido de la provincia de Albacete. Él quería terminar de ayudarte a ejercitar tus alas y como dicen unas preciosas sevillanas de los Ecos del Rocío: sin querer te ayudaba su brazo a salir del nido y volar, sin querer porque sabía que no eran años fáciles para la Benemérita, a un grupo de malnacidos se les hacía la boca agua por soltar una ráfaga contra todo aquel que portase un tricornio y el norte de España era un destino forzoso y habitual a la vez. No se confundía, tras pasar por tierras manchegas tu cuerpo liviano y tu maleta viajaron hacia San Sebastián, malos recuerdos que sin duda te hicieron comenzar a dar esos puntos de soldadura de tu forjado.

   Pasan los años, llegaron tus logros, nos has inculcado millones de valores, todos inmejorables y hoy me veo desbordado de satisfacción al ver que la vida me brinda la oportunidad de ver como esos mismos valores se los inculcas a mi hija. Sabes lo mucho que Laia te quiere, cuando esa niña diminuta y traviesa te mira fijamente con sus ojos verdes tienes que ver más allá, debes resetearte como los aparatos electrónicos, detenerte un segundo y darte cuenta de lo que ella significa, aunque no me cabe duda de que te acordarás mucho de lo rápido que pasa la vida así como de mi infancia y la de mi hermano, incluso de la tuya.

   En definitiva, mi Comandante, que sólo quería mandarte un abrazo en forma de texto, para darte ánimo y hacerte ver que esa visita de hoy al cementerio te habrá hecho sentir espiritualmente mejor, pero quizás no había sido del todo necesaria, porque lo tienes contigo allá donde vayas y hoy más que nunca ante tí, con los talones unidos, firmes y los brazos abiertos de par en par, cierra los ojos, límpiate las lágrimas y siéntelo. 

   En nombre de todos los que te queremos y en el mío propio, enhorabuena y muchísima suerte en tu nuevo empleo. Te queremos a rabiar.

miércoles, 3 de julio de 2013

Ganado de D. Victoriano del Río para Pamplona



   Los astados de la prestigiosa ganadería de Don Victoriano del Río descansan ya en los corrales del Gas. El próximo día 10 madrugarán para correr por las calles de Pamplona y sin lugar a dudas, sacarán la casta que meticulosamente fue buscada por ese ganadero que a día de hoy, personalmente considero uno de los mejores del mundo, si no el mejor.

   Morante de la Puebla, Juli y Talavante serán los encargados de estoquear a estos imponentes animales, que si bellos serán en el ruedo pamplonica, más aun son en ese inmejorable paraje de Guadalix de la Sierra. Don Victoriano, Ricardo, Pablo y cómo olvidarme de Miguel, el mayoral y su gran equipo de vaqueros: mucha suerte para que esta temporada siga bordándose de blanco y oro como hasta la fecha está siendo.