jueves, 11 de julio de 2013

Polillón enhorabuena



   Querido y admirado padre:

   Sabes igual que yo que el abuelo Paco no es (hablo en presente y no en pretérito) de mucho madrugar, pero cuando haya despertado hoy, después de haber dormido plácidamente sobre esa nube que tan a pulso se ganó, se habrá tomado su café caliente, quemando, sin casi poder sostener el vaso con sus dedos largos para no quemarse. Como si lo viera, habrá mareado el café con la cucharilla y a la vez que soplaba para intentar hacerlo potable, habrá buscado en el Boletín Oficial de Defensa la relación de ascensos.

   ¿Puedes imaginar la sonrisa que habrá lucido al ver tu nombre?, aunque seguro que también le habrá molestado sobremanera el que no podrá hacerse realidad ese abrazo tan deseado...

   Para mí ha sido un día ovalado, no ha terminado de dibujar un círculo perfecto, por varios motivos, laborales sobre todo, pero ya llevo varias jornadas aquejándome de aquella herida semicerrada, que se produjo una lluviosa y oscura tarde.

   Soy consciente de lo grandioso que significa tu ascenso, a tu edad, con tus posibilidades, con tu curriculum, con lo digno que ha sido tu trayecto, intachable en lo más amplio de la palabra, pero si para mi ha sido ovalado el día, para ti ha debido ser una elipse. Si mi corazón siente ese dolor por la pérdida de mi abuelo y por otro lado, toda la gente afirma que tú y yo somos iguales, puedo hacerme a la idea de lo que estarás extrañando hoy ese abrazo de tu padre, porque yo soy agraciado y te tengo, soy consciente de lo que te quiero, soy consciente de saber lo que siento por ti, se lo mucho que me llena y me recarga un abrazo tuyo.

   Cuánto habrá recordado hoy el abuelo aquel día de verano a finales de los años setenta en los que acompañaron a un polilla de cuarenta y pico kilos de peso a un pueblo desconocido de la provincia de Albacete. Él quería terminar de ayudarte a ejercitar tus alas y como dicen unas preciosas sevillanas de los Ecos del Rocío: sin querer te ayudaba su brazo a salir del nido y volar, sin querer porque sabía que no eran años fáciles para la Benemérita, a un grupo de malnacidos se les hacía la boca agua por soltar una ráfaga contra todo aquel que portase un tricornio y el norte de España era un destino forzoso y habitual a la vez. No se confundía, tras pasar por tierras manchegas tu cuerpo liviano y tu maleta viajaron hacia San Sebastián, malos recuerdos que sin duda te hicieron comenzar a dar esos puntos de soldadura de tu forjado.

   Pasan los años, llegaron tus logros, nos has inculcado millones de valores, todos inmejorables y hoy me veo desbordado de satisfacción al ver que la vida me brinda la oportunidad de ver como esos mismos valores se los inculcas a mi hija. Sabes lo mucho que Laia te quiere, cuando esa niña diminuta y traviesa te mira fijamente con sus ojos verdes tienes que ver más allá, debes resetearte como los aparatos electrónicos, detenerte un segundo y darte cuenta de lo que ella significa, aunque no me cabe duda de que te acordarás mucho de lo rápido que pasa la vida así como de mi infancia y la de mi hermano, incluso de la tuya.

   En definitiva, mi Comandante, que sólo quería mandarte un abrazo en forma de texto, para darte ánimo y hacerte ver que esa visita de hoy al cementerio te habrá hecho sentir espiritualmente mejor, pero quizás no había sido del todo necesaria, porque lo tienes contigo allá donde vayas y hoy más que nunca ante tí, con los talones unidos, firmes y los brazos abiertos de par en par, cierra los ojos, límpiate las lágrimas y siéntelo. 

   En nombre de todos los que te queremos y en el mío propio, enhorabuena y muchísima suerte en tu nuevo empleo. Te queremos a rabiar.

4 comentarios:

  1. Jose sin palabras, solo un hombre de verdad es capar de mostrar sin miedo su forma de sentir, felicitar de todo corazon a tu grandisimo padre , e tratado pocas veces con el por desgracia pero es facil quererle , y mas cuando , se te conoce a ti q eres su reflejo gran trabajo el de tu padre , gran trabajo el q a echo con tu familia , comandante , en el trabajo , general en la vida. Disfrutar mucho de esta recompensa q estas cosas no pasan por suerte solo es fruto del trabajo bien echo, un beso enorme de un admirador de eata gran familia tuya . David Garcia.

    ResponderEliminar
  2. Jose cariño me has echo llorar, verdaderamente tu abuelo esta muy orgulloso desde esa nube que esta y nos ve, muchas felicidades hermano, un beso sobrino

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias querido hijo por tus hermosas palabras. Abrazo en forma de texto que me llega al fondo del corazón porque sé que es sincero y entrañable.
    No te quepa la menor duda de que desde el cielo, que seguro es donde está, tu abuelo se sentirá orgulloso y lleno de alegría por haber llegado este nuevo ascenso, porque gran parte se lo debo a él y a toda la familia. Cada punta de las ocho que tiene esta estrella es mérito de todos, padres, mamá, vosotros, hermanas, familia materna, tu magnífica esposa, etc., etc.,sois algo así como las farolas a lo largo de la calle que me habéis ido alumbrado en el trayecto recorrido, sin toda la familia nada hubiese sido posible.
    Respecto a tu querida hija, que decir, es el encanto personalizado que nos ayuda a ser mucho más felices de lo que somos, cada día y estamos encantados con poder disfrutarla a menudo.
    Os quiero enormemente y el abrazo te lo envío por este mismo medio con el sincero deseo de que la unión y la felicidad permanezca por siempre.

    ResponderEliminar
  4. Jose, precioso homenaje el que le has hecho a tu padre, hombre honesto y humilde, pues aunque solo pude tratarlo un par de veces, fue suficiente para descubrir, a un buen hombre, honesto y humilde, buen padre y mejor marido, aunque siempre detras de todo buen hombre, siempre hay una gran mujer, y tu madre lo es, de eso doy fe, asi que, puedes estar orgulloso.
    Enhorabuena D.José, felicidades.

    ResponderEliminar