Deseo terminar esta entrada agradeciendo a Rober y Ana la oportunidad que me dieron, para poder ver a todos estos fenómenos/as; corazones jóvenes que laten en una piscina al son de las palmas y los ánimos de sus admirables padres y madres. Sin duda actividades de este tipo ayudan a los niños a distanciarse de los vicios y los peligros que les rondan tan a menudo en la actualidad. Una tarde inmejorable. Gracias a tod@s. A vuestra disposición.
Gracias a ti p las fotos Jose, has demostrado q da igual el entorno o el modelo, siempre sacas un sobresaliente, eres una máquina con la fotografía.
ResponderEliminarMuchas gracias por facilitaros las fotos de nuestr@s chic@s.
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