miércoles, 6 de febrero de 2013

En todos sitios se cuecen habas





   Tres grados de temperatura marcaba el termómetro de mi coche a las nueve y media de la mañana cuando llegué a la ganadería de D. Victoriano del Río. Ayer recibí una llamada de su mayoral, Miguel, un gaditano de mucho pero que mucho arte y trabajador hasta decir basta. La temporada se acerca y por ese motivo, los toros deben estar en buenas condiciones, sanos y fuertes, para ello, al menos dos veces en semana o tres, sacan los toros de sus cercados a un corredero creado al efecto, donde se les obliga a pegarse una galopada de unos tres kilómetros y medio aproximadamente. Quería inmortalizar con mi cámara a los preciosos toros a pleno galope, ese fue el motivo que me arrastró a madrugar en mi mañana libre.

   Ayer por la mañana a trabajar, por la tarde fotos a una ganadería, hoy a la inversa, por la mañana fotos en otra ganadería y trabajo por la tarde, mañana en horario habitual vuelta al trabajo y por la tarde siempre saldrá algo. ¿Qué produce el mencionado ajetreo?, pues lo normal, un ligero fruncido de ceño de mi mujer y un cansancio en mi cuerpo difícil de llevar.

   Enfoco la agonía por hacer fotos a todo lo que se relaciona con el toro, como un sembrar para después recoger, una inversión de futuro que quiero que se vea culminada con el reconocimiento de que mis fotografías adquieran un relativo prestigio, pero claro, también debo reconocer algo importante, Marta también tiene sus aficiones, necesita su tiempo, tenemos a Laia que requiere un sobreesfuerzo de ambos y por si todo esto fuese poco, la casa también es habitada por los dos, por lo tanto las labores que conlleva deben ser repartidas de manera equitativa.

   ¿A qué viene toda esta argumentación?, pues porque hoy, a la hora de la comida, compartí mesa con tres personas más y se sacó un tema delicado, las discusiones de pareja. Mientras que uno enumeraba los problemas que podía tener en casa y que hacían que las discusiones fuesen más a menudo de lo habitual, otro de los comensales le pedía calma y mostraba su caso como el más idóneo para la comparación. El primero de los que he mencionado, mostraba sólo dos ejemplos de cuestiones absurdas que en un momento dado habían hecho engordar la pelota y provocar un enfrentamiento con su mujer; a continuación ya se sabe: no te hablo durante una semana, caras serias, no hay ni un beso para ti, pégate más a tu lado en la cama que estás ocupando mi parte, dame manta y edredón que te lo llevas todo y en el peor de los casos algún insulto.

   Al menos yo tengo una cosa muy clara, la cosa está fastidiada cuando llegan los insultos y las faltas de respeto, ahí si que se da un paso hacia atrás importante. Y es que una relación no puede ser como una rueda de bicicleta, siempre hago el mismo ejemplo: cuando pinchas la primera ocasión no pasa nada, salvo el primer cabreo repentino y escueto, todo acaba al poner el parche e inflarla de nuevo, se pincha una segunda ocasión, otro parche, en la tercera otro parche, pero claro, cuando la cámara lleva muchos parches, termina por desistir y toca a su fin. Nunca puede pasar eso.

   Claro que en todas las casas hay desacuerdos, discusiones o morros con pataleta incluida y tirón de edredón, pero para eso está la palabra, para no acostarse ninguna noche sin dejar deberes pendientes de lecciones anteriores, no podemos dejar que se nos acumulen las tareas.

   Eso es lo que defendía la persona que compartía mantel. Divorciado, animaba al primero a pensar las cosas tres y cuatro veces y a reaccionar de manera que nunca pueda llegar a verse tan sólo como éste se sentía.

   Todos tenemos "capeas" como yo suelo llamar a las discusiones esporádicas, pero hay que sacar el jugo de todo, de los errores se aprende, y de lo que no son errores, también. Calma ante todo.

   Buenas noches a tod@s.

3 comentarios:

  1. Bueno, pero no has contado el final......
    Entones, con tanto toro pa´rriba y tanto toro pa´bajo, ¿te ha tocado dormir en el sofa o en el maletero del C-4?

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  2. JAJAJAJA, buena pregunta.
    En todas las parejas existen discusiones, pero cuando reina el AMOR, todo se supera.

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    1. Que si, que si, que eso esta muy bonito. Pero mientras todo se supera a base de mucho amor, un par de noches en el sofa no hay quien te las quite.

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