viernes, 10 de mayo de 2013

Desgraciadamente se fragua el fin de una preciosa historia de amor




   Querida Laia:

   Ya hacía tiempo que no te dedicaba unas letras, pero esta tarde una nefasta noticia me ha hecho volver a pensar más allá de los toros, más allá de donde no llega nada ni nadie, en la familia.

   Cuando mamá y yo nos casamos, decidimos disfrutar de nuestra luna de miel a bordo de un crucero, primero porque en la actualidad  es la manera más cómoda de gozar de vacaciones y segundo porque considerábamos (por experiencias de otros familiares o amigos) que conoceríamos a mucha gente nueva. No nos equivocamos en ninguno de los dos aspectos, verdaderamente es una forma muy recomendable de viajar, el crucero cada día atraca en un puerto y de manera sencilla se visitan las diversas ciudades. 

   En cuanto a las nuevas amistades, por suerte aun hoy disfrutamos de ellas.

   Creo que en otros post mencioné a las cinco personas con las que más confianza hicimos, con las que hoy mantenemos el contacto y a los que adoramos, a pesar de no habernos vuelto a ver desde aquel verano del 2011. Jesica vive en su Argentina natal, comenta casi todas las fotos tuyas que cuelgo en las redes sociales o aquí y siempre tiene palabras bonitas hacia mamá, hacia mi (aunque le gusta mucho hacerme de rabiar) y por supuesto hacia ti.

   Turi y Sandra viven en Valencia y esperan la llegada de su primer hijo con mucha ilusión. Tanto la golosa de Sandra (que se comía las tartas de cinco en cinco) como el cachondo mental del Turi siguen mi evolución en la fotografía y me animan muy a menudo; ha habido varios intentos de quedar para volver a vernos, pero tu llegada al mundo y ahora el embarazo de Sandra provocaron el retraso que llega hasta el día de hoy.

   Por último Merchi y Jose son de Écija (Sevilla) y han sido los últimos en sumarse a la bonita experiencia de ser padres. Son con los que menos contacto tenemos, pero aun así, en cuanto supieron de la noticia de su embarazo nos llamaron para hacernos partícipes.

   Claro, lo normal es estos cruceros, es que tanto en las mesas para cenar como en las zonas comunes, los relaciones públicas del barco agrupen a la gente por edades o situaciones. Nosotros al estar recién casados formábamos un grupo perfecto desde el primer día, además acogimos a la intrépida de Jesica que viajaba sóla y de esa forma cerramos nuestra plantilla.

   Pero en una excursión, tanto mamá como yo quedamos entusiasmados con el tremendo cariño que se mostraban Paco y Antonia, el matrimonio de la foto de hoy. Su acento les delataba, sus dos manos gaditanas se entrelazaban para caminar por las calles empedradas. Paco siempre hacía alarde de su caballerosidad al dejar a Antonia bajar o subir al autocar antes que él. Era muy usual verles hacer una llamada telefónica en cada puerto a sus hijas para charlar con ellas y mandar un beso cariñoso a sus nietos antes de que se acabase el crédito de la llamada.

   En primera instancia nos acercamos a ellos para mostrarnos voluntarios a hacerles una fotografía a los dos juntos ante una ruinas griegas, pero enseguida conversamos más y más, ellos nos hicieron saber que toda la vida habían trabajado en la hostelería y que ahora se dedicaban a disfrutar de sus ahorros, de su tiempo libre y de su amor, de hecho, nada más acabar el crucero en el que nos encontrábamos comenzaban otro con distinto itinerario.

   Acabó la luna de miel y al intercambiar nuestros números de teléfono nos hemos llamado en numerosas ocasiones. La verdad sea dicha, Paco ha llamado mucho más que nosotros. Nos decían lo felices que estaban en la playita, el buen tiempo que hace siempre en Cádiz e incluso nos invitaron multitud de veces a visitarles, pero como mamá quedó embarazada muy pronto tuvimos que anular el viaje.

   Al participarles la noticia de que llegaste al mundo nos prometieron que harían un viaje a Madrid exclusivamente para conocerte y darte un beso en la frente, pero desgraciadamente Laia, creo que no va a poder cumplirse esa promesa. Esta tarde Paco nos ha llamado para darnos la triste noticia de que Antonia está ingresada, sedada, inmersa en un coma profundo y tan sólo esperan a que Dios la reciba para llevarla consigo. Sufrió una caída que le ha producido un fuerte derrame cerebral y según la opinión de los doctores no podrá superar esta noche.

   El corazón se me ha partido al escuchar a ese hombre llorar,  entre gemidos me decía que la semana pasada hablaron que tendrían que poner fecha para su viaje a Madrid antes de que el calor fuerte llegase. Hemos quedado en hablar mañana por la mañana pero la verdad es que no se si me atreveré a marcar el teléfono de Paco. A lo que si me atrevo Laia es a afirmarte que no hay nada más importante que la familia, que la vida hay que gozarla dia a dia, siempre con cabeza claro, pero no se pueden post poner besos ni abrazos.

   Antonia con tan sólo 68 años pelea contra las máquinas para partir y esperar a Paco donde se merece o continuar en nuestro mundo de una manera no muy confortable. Parece un tópico, pero que sea lo que Dios quiera.

   Duerme mucho pequeña, sueña con cosas bonitas, en cuanto publique hoy este texto te daré otro beso en tu cabecita y todos los que me permitas sin despertarte.

   Buenas noches a tod@s y buen fin de semana.

1 comentario:

  1. Me alegra que tengas estas bonitas palabras hacia nostros y que sigamos en contacto.... Nos alegramos muchisimo de haberos conocido esperamos y deseamos q pronto nos volveremos a ver!!! Muxos besos para los tres.
    Por cierto sigue escribiendo en tu blog q lo haces muy bien.turi

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