lunes, 2 de julio de 2012

Madrid comienza el desalojo



   Terminaron las fiestas de Picoña y el fin de éstas dio paso al comienzo de nuestro viaje de retorno a Madrid.

   Tras cuatro dias en los que he disfrutado viendo a Marta gozar de la compañía de sus padres, hermanos y sobrinos desandamos el camino para regresar de nuevo a la capital de España. Esa España tan repleta de júbilo por la victoria de la selección nacional de fútbol. En el camino de vuelta han sido numerosos los camiones que portaban pillada con el cristal de la ventanilla izquierda la bandera nacional, de hecho, hasta yo he usurpado un banderín que Marta tenía en una de las habitaciones de casas de sus padres y con un remiendo rápido de aguja e hilo gris la he cosido a la antena de la moto para irla luciendo todo el trayecto.

    España hizo un partidazo y el 98% de los de a pie hemos lucido hoy más que nunca los colores rojo y gualda de nuestra bandera nacional, los balcones aqui en Madrid, al igual que en Galicia, lucen banderolas, imágenes del toro de Osborne o banderas tamaño XXL. Da gusto confirmar que la mayoría nos sentimos orgullosos de nuestra nacionalidad.

    Después de haber dormido en Pontevedra tapados con una manta regresamos a la cruda realidad del piso en la capital, ni gota de aire, Laia sudando a mares intentando coger el sueño desesperada, Marta meciendo a la niña durante casi una hora para conseguir una tregua que durará hasta las 3 o 4 de la madrugada como máximo, pero bueno, algo es algo...

   Desde hace ya varios años yo vengo seleccionando el mes de septiembre para disfrute de las vacaciones de verano, el motivo puede dividirse en una doble intencionalidad, en primer lugar hay que pensar que tanto esta primera quincena del mes de julio como el mes de agosto es cuando la inmensa parte de los madrileños emigran hacia levante o cualquier otro punto de España para disfrutar de las vacaciones, con lo cual, al llegar el mes de septiembre, unos se enfadan porque las vacaciones tocan a su fin y otros siguen amasando su mosqueo porque ya tienen casi olvidadas sus horas de relax, justo ese es el instante en el que nosotros partimos hacia Galicia o Albacete para comenzar a disfrutar nuestro merecido descanso. La segunda parte de la decisión de escoger Septiembre son las fiestas de Munera, el pueblo de mi madre, que comienzan el 20 y terminan el 25.

   Lo bueno de estos meses, que Madrid está como un auténtico solar, bajan los atascos, las colas en los supermercados, los problemas para aparcar casi se esfuman por completo. Aunque la verdad es que el despertarse en Galicia con el ruido de los pajarillos o los gallos cantar superan la alegría de aparcar a la primera o pagar pronto la compra, pero qué le vamos a hacer, hasta que nos toque la primitiva habrá que seguir al pie del cañón.

   Mañana en lugar el gallo cantará la alarma del iphone así que toca intentar pegar un ratillo los ojos y así comenzar bien la semana.

   Buenas noches a tod@s.

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