lunes, 12 de noviembre de 2012

Un paso adelante



   Ya han pasado bastantes primaveras, concretamente veintiuna, desde que recibiera como regalo mi primera cámara de fotos. Era el día de mi primera comunión y como os pasaría a la mayoría de los que me leéis, aquel día mis padres mostraron mucha más lucidez de la que los padres de hoy mostramos, no celebrando una macrofiesta, ni un banquete de 90 comensales.

    Tras la celebración de la misa, sólo mis familiares más allegados comieron en casa y tras tomar la típica tarta, pedí a mi padre que me ayudase a colocar el carrete para hacer mis primeras fotografías. La emoción, el nerviosismo y un poco todo junto hizo que el carrete me durase quince minutos escasos. Por supuesto, el revelado fue un auténtico derroche de dinero, ya que en la mayoría de las imágenes aparecía mi primo Sebas haciendo monadas y muecas, otras eran del mueble bar que teníamos en la sala de estar, en fin, un desastre.

   Era impensable para mi, que con el paso de los años la afición a la fotografía crecería tanto en mis entrañas y se me despertaría este afán de aprender que en la actualidad me inunda.

   Hoy, al llegar a clase, una compañera ha llegado a mostrar su admiración por alguna de mis fotografías taurinas, a pesar de que ella me ha reconocido su antipatía por el mundo de la tauromaquia. Por otra parte, el tener conversaciones con profesionales del gremio y que directamente me hayan mostrado con afirmaciones que puede haber en mi cualidades me hace emocionar y poner en marcha aún más mis sentidos, para aprovechar al doscientos por cien el tiempo y los conocimientos.

   En este año que está casi casi a punto de finalizar he avanzado mucho, he tenido la posibilidad de fotografiar motos en el circuito del Jarama, he tenido la inmensa suerte de conocer a Santos, el cual me ha abierto la puerta de Burladero.com de para en par, para que les demuestre lo que puedo llegar a esforzarme, he podido asistir a fotografiar toros en alguna ganadería, mis grandes amigos Miguel Ángel y Raquel confiaron en mi, para hacer las fotos de su enlace en un segundo plano, e incluso he cubierto pruebas importantes deportivas como la media maratón de Madrid o la carrera celebrada ayer en San Sebastián de los Reyes para recaudar fondos para la Fundación Isabel Gemio.

   Me quedan muchos retos, me queda mucho que aprender, pero tenía una espina clavada que me pienso sacar antes de que finalice el presente mes de noviembre. Alcobendas ha convocado un concurso de fotografía que lleva como título Las siete diferencias, en el que se debe plasmar algo que la mujer no hiciese en el pasado por el motivo que fuese y hoy si desarrolla. Será mi primer concurso, pero pienso ir a ganar. Hoy por hoy, como en todos los gremios, existe una cantidad de fotógrafos profesionales fuera de lo común, pero considero que lo principal es no apocoparse, ayer lo hablaba en la carrera con una compañera, Estrella, el llevar un equipo de seis mil euros colgado al cuello y pasear estirado como un palo entre la multitud no significa ser un buen fotógrafo, hay que demostrarlo, y yo no me considero un fiera del mundillo, pero me siento enormemente feliz, porque en los últimos dias he recibido mucho apoyo de gente conocida y algunas personas que tampoco es que me conozcan mucho, por lo que pecando un poco de egocéntrico, debo pensar que cuando el río suena es porque puede que algo de caudal lleve ¿no?.

   En fin, veremos como se da el primer concurso, lo que es cierto es que ganas no me faltan, y aprovecho para informaros de que solicitaré permiso a mis amigos M A y R para enseñar las fotos de su enlace a todo el que quiera verlas porque ha sido una experiencia emotiva que me llenó mucho y me encantaría repetir en alguna ocasión. Dicho queda.

   Buenas noches a tod@s

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