viernes, 4 de mayo de 2012

Más allá de la risa





   Al estar en la academia haciendo el curso, pasan los dias y no veo absolutamente nada la televisión. Por lo tanto, no se nada de lo que ha ocurrido ni en España ni en el resto del mundo los tres últimos días; bueno miento, sólo sé que el Real Madrid ya es matemáticamente campeón de liga este año porque hicimos un paréntesis de estudio el otro día para ver en el bar de la Escuela el partido...

   Al llegar a casa, como no estaban Marta ni Laia, ya que venían de camino desde casa de mis padres, me he entretenido viendo algunas noticias en internet.

   Seguro que más de un@ cuando haya visto la foto que encabeza el post de hoy habrá sonreido o quizás hasta haya soltado una buena y sonora carcajada. Mi reacción ha sido completamente distinta; no he podido más que abrir los ojos de par en par y acto seguido cerrar la boca, que también se me había quedado desencajada. Si tan sólo hubiera sido esta fotografía, va que va, pero eran una serie de unas 15 fotografías en las que cada padres superaban a los anteriores haciendo burradas que no se le ocurren a nadie para conseguir una "buena" instantánea.



   Claro, no es de extrañar, que justo después de las fotografías apareciesen dos noticias como ejemplo de las consecuencias de todas estas "simpáticas" ocurrencias. Un niño fallecido como consecuencia del abrazo de una pitón que sus padres habían colocado junto a él para hacerle una foto u otro niño de nueve años que había matado a una compañera de clase como consecuencia de un disparo fortuito. ¿Pero de quién era esa pistola? ¿Cómo narices va a saber un niño municionar una pistola e introducir una bala en la recámara?.




   El único consuelo que me quedaba era que todas las fotografías y los relatos procedían de norte américa, pero a la llegada de Marta a casa (después de los millones de besos atrasados de tres dias a repartir entre ella y Laia), me comenta que en España también han ingresado un niño de corta edad en un hospital con fracturas en ambas piernas y en un brazo, fruto de la paliza de sus propios progenitores, además de quemaduras diversas. Es más, recuerdo también el caso que nos contó Sonia, compañera e íntima amiga nuestra, ocurrido en un pueblo de Ciudad Real, Porzuna, donde una madre y su marido inmediatamente después del parto introdujeron el bebé en la lavadora con la intención de centrifugarlo para quitarle la vida y lamentablemente lo consiguieron. Su explicación era que tenían ya tres hijos y cuatro serían demasiados; la madre murió desangrada en el centro de urgencias y el padre actualmente paga en la cárcel por la narrada bestialidad.

   Mis padres tan sólo nos dieron un azote en el culo cuando mi hermano o yo lo merecimos y mi madre la zapatilla de estar por casa la sacaba de vez en cuando de paseo por nuestros traseros, pero como digo, porque lo merecíamos por alguna fechoría, pero jamás nos han puesto una pitón cerca ni nos han hecho fotos junto a un león.

   Cuando veo a Laia entre mis brazos siempre lo pienso, que vulnerables son los bebés, que enfermo tiene que estar un padre o una madre para abandonar un bebé en un contenedor o partirle dos piernas y un brazo de una paliza. Con la barbacoa encendida le iba a depilar yo los pelos del pecho al padre que hizo la foto que precede estos párrafos. Cuando vean estas imágenes los niños y ya tengan uso de razón espero que sepan rectificar la conducta de sus padres y pongan a sus futuros hijos junto unas flores bonitas para fotografiarlos o en un tobogán, que es lo que procede ¿verdad?.

   Voy a disfrutar de mis mujercitas que cuando se está agusto el tiempo pasa volando.

   Buenas tardes a tod@s





1 comentario:

  1. Buenas noches Jose otra vez en Madrid , ya te queda menos. Es imperdonable lo que hacen algunos padres, aunque hay que reconocer que hay veces que te dan ganas de........, comerte a los hijos a besos.Muchos,muchos , muchos besos para los tres. La Roda.

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