Primera celebración del día de la madre. ¡Felicidades Marta!

 

   El lunes toca afrontar el primer exámen del curso que estoy realizando en Mérida desde finales del pasado mes de abril, por ello, tanto esta mañana como esta tarde tocó pegarle un poco al estudio, sacar brillo a los codos, que por cierto, me van a salir agujetas porque ya hacía bastante tiempo que no me tiraba tanto tiempo sentado empollando; es como el fondo físico, tarda muchísimo en alcanzarse y casi nada en perderse...

   Pero había un pacto firmado telemáticamente con mi esposa desde hace unos días, ya que mañana es el día de la madre, hoy le tocaba a ella invitar a comer fuera de casa para celebrar su primer año como mamá; decidimos que hoy y no mañana porque el viaje de regreso a Mérida está previsto temprano. Así que pusimos guapísima a Laia, todo de rosita y tras comer ella del pecho de su mamá fuimos al restaurante donde hace casi un año, celebramos nuestra boda.

   Todo el mundo ha coincidido en sus calificativos hacia Laia, camareros, los jefes, las chicas de recepción, todo el mundo ha destacado lo bonita y grande que está y lo mucho que nos ha cambiado la vida para bien en tan sólo un año.

    Al terminar de comer Marta y yo, como ya iba acercándose la hora de su toma, Laia empezó a protestar en el carrito, además había mucho bullicio porque se estaban celebrando en el salón contiguo varias comuniones. Justo en el momento en el que la cogí en brazos para intentar calmarla y hacer tiempo para que su mamá comiera el postre, llegarón cuatro músicos de la tuna y con cada acorde de la famosa canción que antaño cantaba Manolo Escobar, "Que viva España",  Laia abria los ojos como platos y hacía pucheros con sus morrillos. Va a ser música como su padre y su abuelo Jose, seguro que si.

   Al llegar a casa, y tras estudiar una hora y pico, he satisfecho la necesidad que me transmitía mi corazón y mi mente. Ya que el sistema de mensajería gratuita wasap, casi lo posee todo el mundo, he aprovechado para mandar un besazo fuerte y mucho ánimo a mi amiga Rosa que está pasando un momento bastante duro y tendrá que someterse próximamente a una operación. Rosa es gallega, de Orense, es Cabo 1º del Cuerpo, hija y hermana de Guardias Civiles. Siempre me ha reconocido que admira a los componentes de la Agrupación de Tráfico, ella actualmente está destinada en la Dirección General. Además de buena amiga y compañera, es de esas personas que nunca, jamás, tiene un doble carácter. Conmigo al menos siempre ha sido risueña, amable y muy noble. Asistió a nuestra boda y hasta se atrevió a hacer una Queimada a altas horas de la madrugada, por si alguien se había quedado con sed...

   En definitiva, compañera, amiga, querida Rosa, sólo puedo lanzarte mi brazo y mi mano por si puedo hacer algo por tí. Como te he escrito esta tarde, creo que la Clínica donde vas a tratarte tiene un equipo ejemplar de profesionales, de hecho yo pasé por sus quirófanos en una ocasión, y aunque fue para una cosa totalmente distinta pude comprobar la amabilidad de los médicos, enfermer@s y celadores. No es que presuma de ello, ni mucho menos, pero conozco varios casos como el tuyo y todos han terminado felizmente bien. Así que te madamos un beso enorme y ya te iremos llamando, incluso te haremos alguna visita con la pequeña para aportarte inyecciones de ánimo.

   Me adelanto unas horas. Marta permíteme que mi primera felicitación sea para la persona que todos destacamos en nuestras vidas y en esa recurrida expresión de ¡madre mía!. Anita, querida mamá, felicidades. Que pases un domingo estupendo. No hace falta que te lo reitere, pero lo voy a hacer, te quiero mucho, mi querer hacia ti es un querer diferente. Este año si que te felicito sabiendo lo que es ser padre y lo que puedes sentir por mi hermano o por mi. Siempre te he admirado y hoy más que nunca. Feliz dia de la madre. Y por supuesto Laia y yo te mandamos un beso enorme Marta. Aún no sabe hacer dibujitos pero mañana te daremos una sorpresa los dos.

   A todas las madres, Felicidades, muy merecidas.

   Buenas noches a tod@s.