lunes, 7 de mayo de 2012

Un químico a mi lado, un principiante




   Hoy sin duda el blog va a ser la mayor escapatoria a la maraña que tengo en la cabeza. Desgraciadamente, el exámen previsto para hoy no me salió como esperaba y deseaba. No es que esté totalmente desilusionado, porque ya sabía de antemano la dificultad que entrañaba la materia. Son muchos datos, muchas materias peligrosas, muchas codificaciones, en fin, un coñazo, no puedo clasificarlo de otra forma, pero es parte del temario y hay que darlo.

   El Capitán tutor de ha encargado de calmarnos, con su típica frase acentuada por el acento extremeño: "que nadie se raje las venas". Mi Capitán, ¿sabe usted las dos personas tan estupendas que he dejado yo en Madrid para pensar en desesperarme?, lo que si es cierto es que te cambia el carácter, la manera de ver el curso. Bien es verdad que al temario que nos queda por dar no le temo en absoluto, son circunstancias más habituales, que ya he tratado, por lo que la materia a aprender es menor. No creo que haya sido para nada equitativo el tiempo estudiado con la nota obtenida, pero bueno, sigue el curso y hay que seguir dando a los codos cera, como decía el oriental de la famosa película de Kárate kid.

   Esta mañana en clase, después de haber corregido en común con los compañeros y el profesor el enrevesado exámen en cuestión, me sonreía yo sólo, pensando en una anécdota que seguro que a tod@s os hará relucir vuestra hermosa dentadura con una sonrisa:

   Me contaba un compañero que llegó a su destacamento un Alférez muy jovencito, y como tal, le gustaba mucho el cachondeo, las bromas y la guasa. Pues bien, decidió tener como conductor a un Guardia nacido en un pueblo de Sevilla, Castilleja de la Cuesta. El Alférez tardó pocos servicios en coger confianza con el Guardia y enseguida empezó a gastarle bromas típicas, esconderle la gorra, dejarle la linterna encendida durante el día para que no tuviera batería para el servicio de la noche, etc etc. 

   Los días pasaron y por qué no, un día le entró de servicio al Alférez un apretón de barriga de esos que marcan historia, de los que te hacen sudar y agudizar el ingenio para buscar un sitio donde bajarte los pantalones más bien rápido. Imaginad la escena, de servicio sólo hay carretera, coches y más carretera, así que ordenó al sevillano que parase en la misma carretera, donde hubiese un trozo de arcén más o menos ancho. El Guardia obedeció como de costumbre y encontró un arcén bastante ancho en la autovía, así que el Alférez, olvidándose del pudor y de los buenos modales abrió la puerta trasera derecha y la delantera derecha, con el fin de crear un water improvisado, respaldado por la bionda.

   Cuando comenzó la pedorrera, el sevillano vió el cielo abierto; mientras el Alférez soltaba todo lo que le sobraba el Guardia vió a lo lejos acercarse un autobús de linea regular, de los de Alsa concretamente. Me vas a pagar todas las bromas juntas cabroncete, pensó éste. ¡Alto a la Guardia Civil!, paró el autocar y lo inspeccionó de arriba a abajo, documentación, tacógrafo, extintores y medidas de seguridad, etc. Mientras el Alférez con los pantalones por los tobillos ejercitaba los gemelos. Los curiosos pasajeros del autocar, parados paralelamente,  buscaban con la mirada al segundo componente de la pareja, que se esforzaba por esconderse entre las dos puertas del coche oficial. Tras unos 25 minutos el sevillano dió paso con todo su arte al autocar y consultó a voces al Alférez si había terminado o le daba tiempo a parar a alguien más, el Oficial repuso su uniformidad y continuaron servicio normal sin cruzar ni una palabra más. 

   Buena ¿eh?, de siempre se ha dicho, quien rie el último...

   Toca estudiar otro poco, buenas noches a tod@s. 


2 comentarios:

  1. Que bueno Jose, muy buena broma, aunque a el del apreton no le haria tanta gracia. Buenas noches, estudia mucho y no se te ocurra hacer chuletas como a quien tu sabes......Muchos besos . Tu tata.

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  2. Amigo todo es empezar, ...., yo en el curso de motorista tenia atravesada la asignatura de transportes. Una vez fuera y ya con mi destino me empezo a entusiasmar el mundo del transporte, hasta que un dia me vi en el sitio en el que tu estas. La verdad que lo mio no eran las mercancias peligrosas, pero mira tu por donde, que una vez finalizado el curso y ya con mi titulo de especialista bajo el brazo, continue sacandome el titulo de consejero de seguridad. Animo!!! Que todo es empezar

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