Voy a empezar dándole la satisfacción a mis lectores culés, porque hay alguno que se piensa que me cuesta reconocer las verdades, ¡craso error!, si no hay nada mejor en la vida que ser franco (tómese franco como adjetivo...).
Mi post de ayer terminaba afirmando que marchaba al centro de Mérida para ver ganar a mi Madrid, hasta ahora todo es tal y como sucedió, pero como en casi todo hay un pero, a pesar de que el resultado fué superior para los de la camiseta inmaculada, se trataba de una eliminatoria, partido de vuelta, por lo que el cómputo global eran tablas. Que el Madrid la pició cerrandose atrás tras el 2-0, cierto Raúl, pero date prisa en disfrutar que el final de la liga está casi aquí y te volverá el ardor de estómago del pasado martes, lo mismo a ti que a más de un@.
Pero la verdad es que el penalti de Sergio Ramos me interesa hoy bien poco, a mi esos multimillonarios no me dan de comer, ni me dan tantas satisfacciones como mi familia, esa familia a la que mañana tendré entre mis brazos. Ha pasado lenta la semana, como cuando ves en el campo un caracol y le marcas imaginariamente un punto final en su trayectoria; por más que el animal avanza no parece llegar nunca. O como cuando en las mañanas de verano la única nube del cielo se mueve lenta. Pues así, o aún más lenta se me ha pasdo a mi la semana, pero llegó el jueves, y ya tengo toda mi maleta lista para encaminar el rumbo hacia Alcobendas.
Se reía la señora que me ha atendido hoy en una tienda, porque le he encargado un regalo a Laia, cuando me preguntó qué edad tenía la niña le respondí que me diese la talla más pequeña, "¿tan pequeña?" me interrogó extrañada y al descubirle que Laia aún no cuenta ni con un mesecito de vida miraba para el suelo con una sonrisa en la boca. En el post de mañana incluiré una foto de su detalle para que me deis vuestra opinión.
Marta, como me decías ayer, dormiré poco seguro este puente, estos días que podré disfrutar a vuestro lado; ¿puedes imaginar lo que me ha costado coger el sueño esta semana tan alejado de vosotras?, cambio "a pelo" las ocho horas continuas que he dormido los últimos dias por el abrazo y la cantidad de besos que os voy a plantar mañana en cuanto atraviese el marco de la puerta. Es un ejemplo que no se ajustará totalmente a lo que yo estoy pasando, pero allá por el mes de agosto, cuando tengas que reincorporarte de nuevo al trabajo me darás la razón.
Después de muchísimo tiempo, ayer en un bar de Mérida pude ver tres toros de la corrida en Sevilla, de ahí la foto del post de hoy. Tras descubrir mi afición, varios compañeros empezaron con la coña de mi pinta de torero (a veces creo que me parezco más a un caballo de picar, pero bueno), que recurrido es para esos casos el mostrar el carnet profesional de banderillero de novillos, eso si, después de las risas les dejé bien claro el amor que le tengo al mundo del toro y el respeto a los profesionales. Aún hoy duraba la anécdota y las risas, viene bien un escape para la saturación de conocimientos de esta semana, pero bueno, como decía anteriormente mañana a estas horas estaré con mis dos soles. No me canso de recordároslo, os quiero muchísimo.
Buenas tardes a tod@s. Mañana escribiré desde casa, donde mejor se está.
Esta semana estáis los primos haciendo la maleta, mañana se va la prima cinco días imagínate mis nervios. Un beso muy fuerte para los tres de tu tía desde Almeria.
ResponderEliminarTú siempre has tenido la clase de un Torero.... Disfruta de tus chicas !!
ResponderEliminarAntonio.
José, el miércoles si gana el Madrid la liga y no hace malo, podríamos bajar en moto a Cibeles para ver el ambientazo ¿no crees? (ni falta hace que te diga quién soy :p)
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