lunes, 18 de junio de 2012

En busca de la rusa perdida




   Empezaba posando mi pie izquierdo sobre la alfombra esta mañana. Ha sido un lunes raro, lento, en una palabra un lunes bastante cabroncete.

   Como digo ya me costó levantarme muchísimo esta mañana, estaba muerto de sueño, a penas pude peinarme. Al llegar al aparcamiento del trabajo me percato de que las llaves de la taquilla se me habían olvidado en casa; no es que pase nada si la gente te ve desayunando de paisano, pero ojos que no ven... Pero bueno, Marta tenía una entrevista temprano, así que igual que una lagartija se esconde entre las piedras, yo me he ido camuflando por las dependencias hasta llegar a la oficina, donde me ha caído el segundo chaparrón.

   Que si un lío de tres pares de narices con un camión alemán, que si cambios de servicio, que si aprende a grabar cosas en una aplicación informática que casi desconozco por completo, en fin, he vuelto a revivir mi pasado burocrático, mirando el reloj cada diez minutos, siendo conocedor de que hoy no me daría tiempo a trabajar en la calle, donde me gusta, donde me defiendo y donde no busco el fin de la jornada con ansiedad. Paciencia, es parte de mis cometidos, al menos me ha cundido y he adelantado mucho trabajo, eso sí, esa oficina parece el Mercado Maravillas, un desfile de gente continuo, todo el mundo vocea no habla, los teléfonos suenan sin parar y si era poco, un "compañero" con muy poca educación, que fuma como un carretero en la misma oficina sin consultar previamente si alguien le molesta o no; ya se sabe, por no buscar problemas no se le llama la atención, pero considero que él mismo no tendría que dar lugar a llegar a ese extremo.

   Inspirar, expirar, inspirar, expirar, ya va la mañana hacia delante... tranquilidad.

   Toca la campana, las dos, corriendo para casa sin entretenerme para ver a Marta y a Laia, comer rápido y marchar porque esta tarde tenía curso de Photoshop y Fotografía. Al entrar por la puerta mi madre me da la alegría de que come en casa con nosotros, después de haber estado toda la mañana cuidando a Laia, pero además de esa noticia me da otra no muy alentadora, sólo queda tener paciencia, rezar y confiar mucho en el Altísimo. Todo irá genial, como hasta ahora.

   Finalizado los cursos regreso a casa y tras ponerme cómodo me siento en el sofá, ¡Dios ha escuchado mis plegarias, por fin algo de paz!. Tras pasar un par de horas con Laia y Marta suena el teléfono, justo a las 21:58 horas. Deberá ser alguien conocido porque a esas horas...

   Pues no, interrumpe el partido de España y mi momento relax con mi familia una llamada que procede, según el interlocutor que está al otro lado (varón con acento sudamericano) de un bufete de abogados de Madrid. Pregunta por Paulina Porcoba (el nombre estoy seguro el apellido no tanto). Bien, esta misma llamada se ha repetido sin exagerar unas 15 veces y así se lo hago saber al llamante, le pido que anote en observaciones de esa llamada, que con mucha educación ya se ha informado previamente de que esa señora no ha vivido jamás en nuestra casa, ni esa ni nadie más que no sea mi esposa, mi bebé de dos meses y yo.

   Como ya estamos cansados, le he advertido al señor con el que compartía conversación que no íbamos a tolerar más que se nos siguiese llamando y despertando a Laia al medio dia o a las tantas de la noche y que la próxima vez tomaríamos medidas legales (más que nada tirando un farol, como se hace en el mus, para acongojar al contrario cuando no llevas buenas cartas), pues mas chulo que un ocho y muy pero que muy torero me responde el amigo: "pues madrugue mañana que a las ocho abre el Juzgado, o si no quiere que su número sea público pague más a su compañía de teléfono y que se lo privaticen". ¡¡La madre que me... , me fastidia mucho ser mal educado, pero no he podido contenerme y le he colgado el teléfono sin despedirme.

   Menos mal que el día lo ha enmendado la Selección, porque ya sólo me faltaba eso. Deseo y ruego a Dios que el martes sea un poco mejor.

   Por favor si alguien ve a la rusa decidle que vuelva a casa a contestar las llamadas pendientes...

   Buenas noches a tod@s.

2 comentarios:

  1. Cariño, a mi con esos pesados, me funciona muy bien el contestar cuando ya te han hecho alguna llamada más, con voz distinta y firme, eso de;
    "Cuartel de la guardia Civil ¿Digame?". Chico no se que tiene, pero se acaban las llamadas. Por que tambien, apartandome de la educación que me han enseñado, les he hecho un repaso familiar por todo su segundo apellido y es imposible, al contrario como algunos tienen la familia lejos, con tal de que se la recuerdes, te llaman más. Yo te aconsejo la primera opción.
    De todas maneras con respecto al resumen del dia ,los lunes siempre han sido jod...., asi que ha empezar el martes que seguro retomas con mucho más animo. El dia de ayer, ya es ayer y no vuelve hay que vivir el hoy. Os queremos. Buitrago

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  2. Hola Jose , no se que tienen los lunes que no nos gustan a casi nadie , aunque este ha sido bastante jodi..., pero confio que todo salga bien , la bisabuela se merece todo lo mejor. Bueno que ya he visto a Laia en el video que le a mandado Marta a Manuel que sigue igual de simpatica y contenta como siempre, pero que linda es . BESOS PARA LOS TRES.

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