Mientras Marta y Laia ya duermen, para cambiar un poco de aires tras el fabuloso partido de nuestra selección, he conectado Canal Sur para poder ver el programa que el dúo humorístico Los Morancos posee, bautizado como Con Buena Pipa CBP.
César y Jorge Cadaval, originarios del barrio sevillano de El Tardón, Triana, comenzaron sus andaduras como humoristas a principios de los 80, de hecho, es en el conocido programa Un, Dos, Tres en febrero de 1984 cuando hicieron su primera aparición ante las cámaras. Desde ese debut y continuando con la gala de Nochevieja de aquel mismo año (Viva 85) comenzaron a calar entre los espectadores. Yo apenas tenía 3 años y por lo tanto no recuerdo la parodia que hicieron de unos ingleses cantando flamenco, pero si recuerdo en los años 90 que el éxito se les vio momentáneamente truncado cuando el nombre de Jorge, el mayor de los dos hermanos, apareció en las diligencias policiales que investigaban un supuesto delito de abuso de menores en un pub de Sevilla.
Pasado ese bache del que salió más o menos airoso, comenzaron su trabajo en televisión española después de la firma de un contrato, dicen, millonario. Ya corría el año 2003 cuando aparecen en escena Omaíta y Antonia, madre e hija respectivamente. La primera protagoniza monumentales broncas con el borracho de su yerno, Paco, que tenía un bigote amarillo de tanto pegarse la botella de vino a los labios y una gorrita de marinero en la cabeza hasta cuando dormía. La segunda se hizo sobretodo famosa por llamar a voz en grito a su hijo Josua para que subiese a casa a merendar. Seguro que todos recordareis la muñeca vestida de flamenca sobre el televisor, la figura del torero aterciopelada o la otra muñeca legionaria con la turuta en la boca que hacía que Antonia se pegase unos buenos bailes en el salón al sonar el toque de Diana. Igualmente archiconocida fue la versión adaptada de la canción de un grupo rumano "Dragostea din tei" a la de Fiesta, fiesta, pluma, pluma gay.
Siempre, a mi juicio, han desarrollado un humor sano, me refiero a que en sus parodias no se han sobrecargado temas que a veces te hacen reir en los primeros segundos y cansarte pasados tan sólo un par de minutos, como puede ser la política. Del mismo modo, considero que si se intenta comparar a Los Morancos con, por ejemplo, Martes y Trece, se deduce que los sevillanos tienen mucho más arte y su simpatía nublaría eternamente a los segundos.
Recientemente, en Sevilla me consta que hubo un pequeño debate en relación a las juergas que supuestamente se pega César Cadaval (Omaíta). Al parecer, César no perdona un "sarao" y pasa de la Semana Santa de Sevilla a la Feria, de la Feria al Rocío, del Rocío a otra, de esa otra a otra, etc, etc. Dichas juergas llevaron a un periodista de Huelva a escribir en un diario sevillano que el pequeño de Los Morancos, ajeno absolutamente a la crisis que atraviesa España, vivía gracias a su popularidad todas las ferias andaluzas sin pagar ni un sólo euro. Al parecer, César metió mano al periodista ante el de la toga, el mazo y las puñetas y le dió la razón.
Además de sus años de humoristas participaron como jurado dos años en el originario programa de televisión Tu si que vales y César hoy en día, graba algún disco junto al grupo sevillano Siempre así.
Uno de los nueve años que he ido a Sevilla en Semana Santa, creo recordar que en 2007, casi al finalizar la estación de penitencia, César Cadaval se acercó al palio que yo escoltaba y tras saludar a Rufino, el capataz del mismo, se acercó a mi, me ofreció la mano, la cual estreché y me dijo casi al oído que admiraba mucho a la Guardia Civil y que no imaginaba una Semana Santa sevillana sin que todos los pasos fueran escoltados por dos relucientes tricornios. Yo le agradecí sus palabras y la verdad es que desde aquel día aún me cae mejor.
Junto a José Mota, creo que Los Morancos son de los mejores humoristas de nuestro país y además, en estas fechas que atravesamos se hacen imprescindibles, de hecho, yo me he pasado media hora de risa con su manera peculiar de contar la tragedia del Titanic o del Costa Concordia, la cual representaba César disfrazado de Capitán de buque, con una L de novel en la espalda, sin afeitar, acompañado de dos rubias y con una botella de vino en la mano...
Importante el humor, imprescindible diría yo.
Lo que te dijo al oido era por otra cosita.......... que el uniforme tiene lo suyo y el arni engancha.
ResponderEliminarSE NOTA QUE QUIERES MUCHO A SEVILLA, Y QUE LA SEMANA SANTA HA DEJADO HUELLA EN TI.
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